1. Mi Marca Personal
El concepto de marca personal es un concepto que surge en la literatura empresarial
estadounidense, a finales de los años 90. Consiste en considerarse a uno mismo
como una marca, con el ánimo de diferenciarse de los demás, para lograr como
objetivo conseguir mayor éxito en nuestras relaciones laborales y nuestras relaciones
personales.
2. Articular y gestionar nuestra Marca Personal
Más o menos, son dos fases las que hay que seguir para articular o gestionar nuestra
marca personal. Primero, tenemos que concretarla y segundo, tenemos que ver cómo
la transmitimos. Al final todos somos ciudadanos, consumidores y vemos en los
bienes, productos, servicios y personas que nos rodean, un conjunto de características
que valoramos como deseables para nosotros. Esa misma línea tenemos que seguir
nosotros a la hora de articular nuestra marca personal.
3. Concretar la Marcar Personal
Si nos centramos en la concreción de la marca, tenemos que fijarnos en características que nos diferencian, como por ejemplo, aquellas en las que somos muy buenos en el campo del mercado laboral, puede ser, si dominamos nuevos campos de actividad, conjuntos de características combinadas que generan valor, la polivalencia, etc.
También características un poco más comunes, pero en las que somos muy buenos, o características deseables para las personas que nos rodean. Tenemos que pasar de la meritocracia, del decir, yo soy, yo soy, al “que te puedo aportar yo a ti”, qué valor aporto yo a mi compañero a través de la red.
4. Transmitir la Marca Personal
A la hora de transmitir nuestra marca personal, tenemos que dejar bien claro quién es nuestro target o público objetivo, porque así podremos adaptar el mensaje y transmitirlo de una forma clara y convincente. No es lo mismo que sean personas de una u otra edad, de uno u otro a nivel formativo, de uno u otro sector de actividad, siempre hay que adaptar ese mensaje a nuestro interlocutor pero, no es necesario solo ser buenos, es necesario también, parecer o convencer de que somos buenos. Cuántas veces nos habrá pasado que teníamos muchas expectativas sobre alguna persona, formación, etcétera y luego vemos que lo ha vendido muy bien, pero que el contenido no es tan bueno. Tenemos que controlar las dos variables, ser bueno y parecerlo.